El mundo de la sexualidad está lleno de técnicas y prácticas que nos permiten conocernos mejor y disfrutar más intensamente. Una de ellas es el edging, una estrategia que combina autocontrol, juego erótico y placer prolongado.
En este artículo te contamos qué es el edging, cómo hacerlo y cuáles son sus beneficios, tanto en la masturbación como en el sexo en pareja.
Qué es el edging?
El edging es una técnica sexual que consiste en llevarse al borde del orgasmo, detenerse justo antes de llegar al clímax y luego retomar la estimulación. En inglés, edge significa “borde”, de ahí su nombre.
Esta práctica se puede realizar durante la masturbación o en el sexo con pareja, y tiene como objetivo intensificar el orgasmo final al posponerlo varias veces.
👉 En pocas palabras: es jugar con tu excitación, alargando el momento de máximo placer antes del clímax.
Beneficios del edging
Practicar edging no solo es divertido, sino que además tiene múltiples ventajas:
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Orgasmos más intensos: al acumular tensión sexual, el placer final suele sentirse mucho más fuerte.
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Mayor control sobre la eyaculación: ideal para quienes quieren durar más tiempo en la cama.
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Exploración del propio cuerpo: ayuda a identificar qué tipo de caricias, ritmos y sensaciones generan más placer.
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Mejora la conexión en pareja: permite jugar con los tiempos, los ritmos y la comunicación erótica.
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Aumenta la resistencia sexual: al entrenar el control, también mejora la confianza durante las relaciones.
