La curiosidad es una de las partes más excitantes de la sexualidad. Nos lleva a descubrir nuevas formas de placer y a conectar con nuestro cuerpo de maneras que no imaginábamos. En esa búsqueda, es probable que te hayas topado con los dilatadores.
Quizás los has visto en nuestra tienda o en redes y te has preguntado: ¿qué son exactamente? ¿Para qué sirven? Y, sobre todo, ¿cómo funcionan?
Si tienes estas dudas, estás en el lugar correcto. Lejos de ser intimidantes, los dilatadores son herramientas increíbles para la exploración, la confianza y la preparación para un placer más cómodo y seguro. ¡Vamos a desmitificarlos!
¿Qué son Exactamente los Dilatadores y para qué Sirven?
Un dilatador es un juguete sexual diseñado para acostumbrar y relajar gradualmente los músculos de una zona del cuerpo, preparándola para la penetración. Aunque también existen dilatadores vaginales (usados a menudo por razones terapéuticas), hoy nos centraremos en los más comunes en el mundo del placer: los dilatadores anales.
Generalmente vienen en un kit de varios tamaños, como el de la imagen. La idea es simple pero brillante: empezar con el más pequeño e ir progresando al siguiente tamaño solo cuando te sientas en total comodidad.
Su principal función es preparar el ano para el sexo anal, ayudando a:
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Relajar los músculos del esfínter de forma controlada y sin dolor.
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Reducir la ansiedad y el miedo asociados a la penetración anal.
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Aumentar la comodidad y disminuir drásticamente el riesgo de dolor o lesiones.
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Descubrir el placer anal a tu propio ritmo, encontrando sensaciones de presión y llenado muy placenteras.
Guía Paso a Paso: ¿Cómo Funcionan en la Práctica?
Usar un kit de dilatadores es un proceso de autoconocimiento y paciencia. La clave es escuchar a tu cuerpo. Aquí tienes una guía segura para empezar.
Paso 1: Crea un Ambiente de Relajación El ano está conectado a nuestro sistema nervioso de una forma muy directa: si estás tenso, se tensará. Elige un momento en el que no tengas prisa. Pon música, baja las luces y concéntrate en respirar profundamente. La relajación es el 90% del éxito.
Paso 2: La Higiene es Innegociable Lava siempre tus manos y tus juguetes antes y después de cada uso. Utiliza un limpiador de juguetes sexuales o agua tibia y jabón neutro, dependiendo del material de tus dilatadores (la mayoría, como los de silicona, se llevan genial con el jabón).
Paso 3: Lubricación, Tu Mejor Aliado El ano no lubrica de forma natural. Por eso, el lubricante no es una opción, es una obligación. Y no seas tímido/a, ¡usa una cantidad generosa! Aplica lubricante tanto en la punta del dilatador como en la entrada de tu ano.
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Consejo Pro: Si tus juguetes son de silicona (como la mayoría de los dilatadores), usa siempre un lubricante a base de agua.
Paso 4: Comienza por el Principio Toma el dilatador más pequeño del kit. Su tamaño está diseñado para ser amigable y nada intimidante, similar al de un dedo.
Paso 5: La Inserción Lenta y Consciente Encuentra una postura cómoda (de lado con las rodillas flexionadas o bocarriba con las piernas levantadas son buenas opciones). Coloca la punta del dilatador lubricado en la entrada de tu ano y, mientras exhalas lentamente, empuja con suavidad. No lo fuerces. El secreto es ir despacio y dejar que tu cuerpo se acostumbre.
Paso 6: Escucha a tu Cuerpo Una vez dentro, déjalo ahí unos minutos. Muévelo suavemente, gíralo, contrae y relaja los músculos a su alrededor. El objetivo es que la sensación de presión se vuelva cómoda e incluso placentera. Si sientes dolor agudo, para inmediatamente. Una leve molestia inicial puede ser normal, pero el dolor es una señal de que debes detenerte o ir más despacio.
Paso 7: Progresa a tu Ritmo ¿Te sientes en total comodidad con el primer tamaño? ¡Genial! Puedes retirarlo y probar con el siguiente. Si sientes que es demasiado, no hay ningún problema. Vuelve al tamaño anterior y sigue practicando. Este viaje no tiene una línea de meta; puede llevarte varias sesiones sentirte listo/a para avanzar.
En resumen, los dilatadores funcionan como un "entrenamiento" amable y placentero para tu cuerpo, permitiéndote ser el dueño/a de tu experiencia. Son la herramienta perfecta para quienes desean explorar el sexo anal de forma segura, consensuada y llena de placer.